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Mostrando entradas de octubre, 2015

Felicidad

Séneca, en una célebra frase recogida en su Libro de Oro, afirmaba lo siguiente: “El hombre feliz no es el hombre que ríe, sino aquel cuya alma, llena de alegría y confianza, se sobrepone y es superior a los acontecimientos."  Me parece interesante. Muy sugerente. Subyace una contraposición entre el ser exterior y el interior. Este último, el del alma. El exterior está al albur de las circunstancias. No es el mundo de la libertad. Es el mundo de las condiciones, de las restricciones, y de las prohibiciones derivadasa, en última instancia, de la sociabilidad. La libertad sólo puede estar en el interior. En el ser interior. En el alma. En ese ámbito es donde puede radicar la felicidad también verdadera, como la libertad. Se puede ser libre hacia afuera, pero no es la libertad de verdad, al igual que se puede ser feliz hacia afuera, pero tampoco es la de verdad. Es en el alma. También nos indica los rudimentos con los que se construye el alma feliz: la alegría y la confianza. Feli

Sociabilidad de la corrupción

La corrupción es una actividad social. Muchos son los que la hacen posible. Lo hemos podido comprobar en los últimos casos que afectan a la contratación pública. En primer lugar, para beneficiar con la adjudicación de un contrato, se ha debido configurar, a la medida del beneficiario, del corruptor, los criterios, el procedimiento y la organización encargada de la selección. No es fácil. Tienen que intervenir muchas personas. Los cargos o los representantes políticos podrán decidir pero para que su decisión sea “presentable”, sin riesgos, los técnicos han debido “cocinarla. La confabulación entre políticos y técnicos es la que hace posible la decisión ilegal. En segundo lugar, se ha debido establecer la complicidad previa entre corruptores y corruptos para hacer “segura” la adjudicación. Esto quiere decir que existe un cauce o canal que da forma a la complicidad; que permite fijar un precio por ciertas adjudicaciones, y que su pago garantiza la obtención del beneficio. Hay corrupció

Romanticismo y Estado de Derecho

La imagen de Artur Mas a las puertas del Tribunal es muy potente. Una puesta en escena del mejor director de teatro. Esa mirada a la masa, a la que señala con su barbilla prominente, eleva la mano en gesto decidido, marca las cuatro barras de la bandera, que escucha y se deleita ante el apoyo recibido. Una puesta en escena extraordinaria. El prolegómeno también lo fue: ese ligero apoyo en la tumba de Companys, intentando recibir, el nuevo héroe, el influjo, sedicentemente beneficioso, del héroe y mártir. Todo rezumó heroísmo. La continuidad “heroica” de la lucha “heroica” de un pueblo “heroico” encabezada por el nuevo héroe y mártir. El nacionalismo es romántico, incluso en el sentido más vulgar del término. Sensiblero y sentimental. Se construye alrededor de la idea de nación concebida como un pueblo, sujeto superior, adornado de cualidades, esencialmente, culturales y lingüísticas, con las que construir unas instituciones políticas y jurídicas. En última instanc

Puertas giratorias

La reciente noticia de que una antigua Ministra de Sanidad y de Asuntos Exteriores estaba negociado la incorporación a una empresa de telecomunicaciones ha vuelto a poner de actualidad el fenómeno del revolving door, de las puertas giratorias. Al margen de las circunstancias concretas del caso, que poco o nada nos interesan, se vuelve a plantear el debate sobre la conveniencia de permitirlas o de prohibirlas. A favor, se argumenta que el tránsito o las posibilidades de tránsito hace posible que los más capaces puedan desenvolverse entre los dos mundos, el público y el privado. Según esta tesis, el que los gestores públicos puedan acabar en el sector privado es una vía que estimula a los más competentes a ocupar cargos en el sector público. Es elocuente que esta opinión se sostenga, entre nosotros, con independencia del color político o ideológico. Me consta que así es. En contra, la contaminación de intereses, los conflictos de intereses, que subordinan los público

"Terminator"

El pasado domingo se produjo esa extraña, por extraordinaria, concatenación de circunstancias que hacen que nos rindamos ante el azar. Terminator en Madrid y en Barcelona. Se celebró en Madrid el Arnold Classic Europe. La principal estrella es la que da nombre al evento: Arnold Schwarzenegger, conocido tanto como antiguo Gobernador de California, como por su papel en The Terminator, la famosa serie de películas que protagonizó en los años 80 del siglo pasado. Schwarzenegger interpreta a Terminator, un ciborg asesino, enviado a través del tiempo desde el año 2029 a 1984 para matar a Sarah Connor, la madre de John Connor, el líder de la resistencia contra las máquinas y su cabecilla, Skynet, que gobernaban la Tierra. Éstas, ante la inminencia de su derrota, decidieron evitarlo, intentando matar a la progenitora del líder rebelde. Por supuesto que los seres humanos ganaron a las máquinas; a las que querían liquidar su libertad. Es el mensaje de esperanza de las películas. Las que han just