Inicio una nueva aventura en Expansion.com. El periódico con el colaboro desde hace algunos años me ha ofrecido la posibilidad de iniciar un blog en su página web. Un nuevo reto en mi vida. La experiencia la tengo con este blog. Ahora voy a ser el responsable de dos. Son dos blogs distintos pero complementarios. El de Expansión, que lleva por título "horror vacui", estará más centrado en el comentario de los temas de actualidad. En cambio, EcoRegulación, más en los temas jurídicos. Mi objetivo es seguir impulsando ambos blogs. En todo caso, el objetivo es el mismo: exteriorizar las reflexiones que me suscitan todo aquellos que me rodea a lo largo de mi vida profesional, tanto como comentarista y como abogado y profesor. Un nuevo reto en este eterno camino de retos que es la vida.
En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e...
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