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Mostrando entradas de octubre, 2018

Democracia y populismo

Vox reúne a 10.000 seguidores en Vistalegre e, inmediatamente, se encienden todas las señales de alerta. Por un lado, las izquierdas utilizan las imágenes y los discursos para alimentar el relato del miedo. Tantas veces nos han castigado con la amenaza de la ultraderecha, las derechas y demás que, como en el cuento del lobo, asustan cada vez menos. Si la extrema derecha comienza en Cs, lógicamente, la derecha será el PSOE. Y la izquierda, Podemos. Algunos dirigentes del PSOE no caen en esta evidencia básica. El desafuero de arrinconar a todos los que están a la derecha en el mismo saco, les ciega sin reparar en que también se están colocando ideológicamente. Y, por otro, lo utilizan, algunos, como la representación de la denominada crisis de la democracia, o su debilidad. En el ámbito anglosajón, especialmente, norteamericano, es donde más se ha elucubrado sobre esta cuestión. Con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, se han disparado los comentarios y los análisis. L

¿Transparencia o populismo?

El BOE del sábado día 29 publicó el “contenido de las declaraciones de bienes y derechos patrimoniales de los altos cargos de la Administración General del Estado”. En sus 715 páginas se desgranan los valores consolidados de activos y pasivos de los patrimonios de los altos cargos, tantos los cesados como los nombrados. El Gobierno lo ha celebrado como un ejercicio de transparencia. Va más allá de la casualidad que haya coincidido con el escándalo P. Duque y su sociedad instrumental para la tenencia de su patrimonio inmobiliario. La transparencia ha sido ensalzada como un nuevo valor central de las democracias modernas. La Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea ha consagrado el derecho de acceso a los documentos (art. 42) como uno de los que integran el estatus común de libertad; el canon de civilidad de los Estados de la Unión. Como afirmara, en certera frase, el gran jurista norteamericano L. D. Brandeis, la luz solar es el mejor de los desinfectantes; y, para que ta

Un año después, un balance

Un año después, ¿cómo estamos? Ésta es la pregunta que todos nos hacemos. Un momento de reflexión. Mirar hacia atrás para intentar otear el horizonte. El primero de octubre fue un día en el que fracasó el Estado democrático de Derecho. Todo lo que podía salir mal, salió, aún peor. Los golpistas se han beneficiado de la incompetencia manifiesta con la que se gestionó. Habría sido, incluso, preferible que hubiesen dejado representar su pantomima antes de haber contribuido tan decisivamente al relato opresor. No se pudieron ni detectar las urnas, las casi 10.000, ni a las 250 personas del movimiento secesionista que participaron en su ocultación y distribución. Nunca una operación “secreta” ha implicado a tantas personas sin haber sido descubiertas. Increíble. Nadie ha respondido por los errores cometidos. El Estado del bipartidismo ha derrochado errores sobre Cataluña durante 40 años. El 1 de octubre fue la culminación. No sólo por haber fallado la prevención de la comisión de los delito