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Mostrando entradas de 2018

Independencia judicial, percepciones

En la tradición del liberalismo, la independencia judicial es una de sus señas de identidad. Montesquieu había señalado que “no hay libertad si el poder de juzgar no está separado de los poderes ejecutivo y legislativo”. Así se expresa en su “Espíritu de las leyes”. Hamilton, en El Federalista, núm. 76, asume este planteamiento. Es significativo que una medida organizativa, una forma de organizar el Estado, se convierta en una garantía de la libertad. Es, tal vez, la gran originalidad del Estado de Derecho. El cómo se estructura el Estado para someterlo al Derecho precisamente, para garantizar la libertad. Para que la libertad no sea una mera proclamación consignada en un documento. De qué me sirve que un papel reconozca unos u otros derechos. Para nada. La diferencia está en que exista un mecanismo, un poder, un organismo y unas personas que garanticen caso a caso que mi libertad. Ese es el papel del Poder Judicial, pero, sobre todo, de sus jueces. Son, como dispone nuestra Constituci

Contratación pública y competencia (3): ofertantes

En cuanto a los  ofertantes , quiénes pueden presentar ofertas a las Administraciones para dar satisfacción a sus necesidades (demandas), tengo que referirme a dos grandes protagonistas que, singularmente, son ejemplo de restricciones. La admisión de los ofertantes que voy a analizar puede ocultar una restricción irrazonable a la competencia. Estos son: (1) la ejecución utilizando medios propios; y (2) las uniones temporales de empresas.  En  primer  lugar, la ejecución del contrato mediante  medios propios , en particular, cuando se traten de empresas u otras entidades públicas (art. 32). Antigua regulación se denominaba encomienda de servicios. El principal problema que plantea es el de que no hay competencia; adjudicación directa y en unas condiciones fijadas unilateralmente. Podría estar justificada en razón de la urgencia, pero los riesgos son importantes en términos de competencia y, por consiguiente, de eficacia en la asignación de los recursos. Posibilidad de fraude por

Contratación publica y competencia (2): demanda

En esta segunda parte, se analizará la incidencia de la competencia en relación con la demanda por las Administraciones públicas.  ¿Cómo se mejora la oferta y los ofertantes? Aquí entra la competencia. Y para que haya competencia debe haber competidores y que compitan ofreciendo los mejores precios y las mejores calidades. Para que los haya, el requisito imprescindible es la  demanda . La Administración debe formalizar una demanda pública y que exija unos requisitos a los ofertantes que sean razonables, o sea, necesarios, adecuados y proporcionados.  En  primer  lugar, la  publicidad  de la demanda; la publicidad de qué es lo que quiere la Administración. Para que haya oferta y ofertante, lo primero, que la Administración lance, con la máxima difusión, qué es lo que necesita. La pieza básica es la denominada “Plataforma de Contratación del Sector Público” (art. 347).  En esta plataforma, dependiente del Ministerio de Hacienda, se habrán de publicar los perfiles de contrata

Contratación pública y competencia (1): Introducción

En esta entrada voy a exponer algunas ideas sobre la relación entre la contratación pública y la competencia. En sentido estricto, sobre la competencia en la oferta de bienes y servicios a las Administraciones públicas para su adquisición mediante los procedimientos de la contratación pública ¿Qué es la contratación pública? Es el procedimiento reglado de adquisición de bienes y servicios por la Administración pública. Es un procedimiento reglado, regulado por la Ley. La Administración no puede contratar con quien quiera y en las condiciones que quiera. No tiene libertad contractual ni para elegir el contratista, ni para fijar las condiciones del contrato. La Administración está sometida a la Ley y al Derecho, también, al llevar a cabo la actividad contractual. Es la vertiente, digamos, contractual, del principio de legalidad (art. 9.1 CE). La regulación de la contratación pública está hoy contenida, fundamentalmente, en la Ley de Contratos del Sector Público, Ley 9/2

Democracia y populismo

Vox reúne a 10.000 seguidores en Vistalegre e, inmediatamente, se encienden todas las señales de alerta. Por un lado, las izquierdas utilizan las imágenes y los discursos para alimentar el relato del miedo. Tantas veces nos han castigado con la amenaza de la ultraderecha, las derechas y demás que, como en el cuento del lobo, asustan cada vez menos. Si la extrema derecha comienza en Cs, lógicamente, la derecha será el PSOE. Y la izquierda, Podemos. Algunos dirigentes del PSOE no caen en esta evidencia básica. El desafuero de arrinconar a todos los que están a la derecha en el mismo saco, les ciega sin reparar en que también se están colocando ideológicamente. Y, por otro, lo utilizan, algunos, como la representación de la denominada crisis de la democracia, o su debilidad. En el ámbito anglosajón, especialmente, norteamericano, es donde más se ha elucubrado sobre esta cuestión. Con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, se han disparado los comentarios y los análisis. L

¿Transparencia o populismo?

El BOE del sábado día 29 publicó el “contenido de las declaraciones de bienes y derechos patrimoniales de los altos cargos de la Administración General del Estado”. En sus 715 páginas se desgranan los valores consolidados de activos y pasivos de los patrimonios de los altos cargos, tantos los cesados como los nombrados. El Gobierno lo ha celebrado como un ejercicio de transparencia. Va más allá de la casualidad que haya coincidido con el escándalo P. Duque y su sociedad instrumental para la tenencia de su patrimonio inmobiliario. La transparencia ha sido ensalzada como un nuevo valor central de las democracias modernas. La Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea ha consagrado el derecho de acceso a los documentos (art. 42) como uno de los que integran el estatus común de libertad; el canon de civilidad de los Estados de la Unión. Como afirmara, en certera frase, el gran jurista norteamericano L. D. Brandeis, la luz solar es el mejor de los desinfectantes; y, para que ta

Un año después, un balance

Un año después, ¿cómo estamos? Ésta es la pregunta que todos nos hacemos. Un momento de reflexión. Mirar hacia atrás para intentar otear el horizonte. El primero de octubre fue un día en el que fracasó el Estado democrático de Derecho. Todo lo que podía salir mal, salió, aún peor. Los golpistas se han beneficiado de la incompetencia manifiesta con la que se gestionó. Habría sido, incluso, preferible que hubiesen dejado representar su pantomima antes de haber contribuido tan decisivamente al relato opresor. No se pudieron ni detectar las urnas, las casi 10.000, ni a las 250 personas del movimiento secesionista que participaron en su ocultación y distribución. Nunca una operación “secreta” ha implicado a tantas personas sin haber sido descubiertas. Increíble. Nadie ha respondido por los errores cometidos. El Estado del bipartidismo ha derrochado errores sobre Cataluña durante 40 años. El 1 de octubre fue la culminación. No sólo por haber fallado la prevención de la comisión de los delito

Quebec, ¿solución política para Cataluña?

Roy Sorensen afirma que una paradoja es una pregunta con demasiadas buenas respuestas. Algunas de ellas son, incluso, razonables, conforme al sentido común. Otras, en cambio, no. Aquellas serán aceptadas, estas otras, rechazadas. La paradoja se alimenta tanto de la contradicción como de la apariencia. Una primera impresión, fácil, sencilla, encamina hacia una solución (equivocada). En cambio, otra segunda, la del pensamiento lento de Kahnemann, indica otro camino y otra respuesta (correcta). Quebec, como ha vuelto a reiterar el presidente Sánchez, es presentada como ejemplo de solución política para Cataluña. Es, en cambio, un ejemplo de pensamiento paradójico. La primera impresión, la de referéndum es equivocada. Sánchez afirmó, que “es un ejemplo de que desde la política se pueden encontrar soluciones a una crisis secesionista, aunque cada país tiene sus caminos”. Parece referirse a que el referéndum de secesión es la respuesta. Olvida, en cambio, lo más importante; lo que le tuvo qu

Hipocresía y tesis de Sánchez

La hipocresía ha sido un asunto relevante en el pensamiento político liberal. El término es de raíz griega, relativa al papel que, en el teatro, desempeñan los actores. Es lógico por qué, desde esa raíz, ha evolucionado hasta el significado actual de fingimiento. Hipocresía es tanto la máscara como el disimulo. El actor, como en el teatro griego, se coloca una máscara para no ser “yo” y fingir ser “otro”; el “yo” se distancia gracias al disfraz del “otro”, el rasgo más sobresaliente del actuar. La democracia es una forma de gobernar el poder; la fuente, el ejercicio y el fin están referidos al pueblo. El gobernante, en la democracia, es un actor en el escenario del pueblo. Hobbes detestaba a la democracia, la griega, la que pudo estudiar, precisamente porque hacía del fingimiento la manera de ejercicio del poder; un incentivo al oportunismo; se actúa para contentar lo que en cada momento ese pueblo reclama. Es contradictorio que al gobernante se le reclame, al mismo tiempo, que se quit

Dictadura de "un sole poble"

Manuel García nació en Castro del Río (Córdoba); llegó a Cataluña hace 50 años. Convertido en pequeño empresario de la restauración, regenta un negocio en Blanes. Simpatizante del PSC, ha dicho basta; basta a los lazos amarillos en su negocio. La reacción del “poble” es la conocida: el boicot, las amenazas, las agresiones, ... El pasado sábado sufrió un escrache promovido por los partidos y organizaciones secesionistas, encabezados por el Comité local de Defensa de la República (CDR). No es el único caso. Es la “otra” Cataluña, la que Q. Torra y sus seguidores se niegan a reconocer. Como ha afirmado Torra, “un catalán que aspire a ser español no es nada”. Es la nada; no existe; no debe existir. Niegan su existencia, niegan sus derechos. Manuel ya prevé que deberá irse, como tantos otros. La Cataluña “oficial” es otra, a la que Torra se dirigió en su conferencia del pasado martes; la que inaugura el mes de gloria del secesionismo; la expresión esencialista del nacionalismo, de lo qu

Invención

No hay nacionalismo sin nación, pero no hay nación sin nacionalismo. La nación es el principal resultado del éxito del nacionalismo. El razonamiento se vuelve circular, hay nación porque hay nacionalismo y hay nacionalismo porque hay nación. Este es el principal logro. La Diada es el mejor ejemplo. El historiador Jordi Canal ha explicado que su origen se remonta al año 1886. Varios jóvenes miembros del Centre Català organizaron un funeral, dedicado a los que murieron “en defensa de las libertades catalanas destruidas por Felipe V con la toma de Barcelona”. A partir de aquí, se inventa la historia hasta el momento presente. Como concluye Canal, “aunque han pasado ya tres siglos desde los acontecimientos del final de la guerra de Secesión y casi nada vincula el presente con aquel entonces, los nacionalistas se esfuerzan en revivirlos cada año, construyendo el mañana desde el ayer”. Y, sobre todo, construyéndolo sobre una mentira. El 11 de septiembre de 1714 no fue el de la derrota de Ca

Infamia y honra

Infamia es una palabra que, según el Diccionario de la Lengua española, tiene dos significados. Por un lado, es descrédito, deshonra; y, por otra, maldad o vileza en cualquier línea. Descrédito para aquel que la practica y maldad para el que la sufre. El infame se degrada, tanto como degrada al otro. Entramos en el mes de gloria de celebración del martirologio golpista. Se inicia, formalmente, con la aprobación de las sedicentes Leyes de referéndum y de transición nacional, los días 6 y 7 del año pasado. Supusieron el atropello más escandaloso a los derechos de los diputados del Parlament de Cataluña que disentían; la minoría. Ni enmiendas, ni debate. El Parlamento convertido en una máquina trituradora de derechos. La casa del pueblo convertida en máquina del golpe; no escenario del golpe (como Tejero), sino como instrumento del golpe. La institución que representa a la democracia, la institución que atropella a la democracia. Infamia, doblemente degradante. Es la alegoría perfecta de

El fin no justifica los medios, salvo para Sánchez

N. Maquiavelo (1469-1527) expone, en su archiconocido “El Príncipe”, las enseñanzas que los gobernantes deben seguir para que tengan éxito en sus asuntos. Una de ellas se refiere a mantener la palabra dada; a cumplir sus promesas. Es loable, afirma, pero “la experiencia muestra … que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes que han tenido pocos miramientos hacia sus propias promesas y que han sabido burlar con astucia el ingenio de los hombres”. No le va a suponer perjuicio porque, sentencia, “en las acciones de todos los hombres, y especialmente de los príncipes, donde no hay tribunal al que recurrir, se atiende al fin. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar su Estado, y los medios siempre serán juzgados honrosos y ensalzados por todos, pues el vulgo se deja seducir por las apariencias y por resultado final de las cosas, y en el mundo no hay más que vulgo”. Fuente: Wikipedia. Maquiavelo  Este famoso pasaje del capítulo XVIII sirvió de inspiración a Napoleón

Simbología partidista, golpista

La ocupación del espacio público por símbolos secesionistas está ampliamente extendida en Cataluña. Basta recorrer el territorio de esa Comunidad Autónoma para comprobarlo. Con ocasión del aniversario de los atentados del 17 de agosto, se pudieron ver tres pancartas colocadas en puntos estratégicos. Los símbolos son imágenes que representan unas ideas, según es admitido convencionalmente por una comunidad. La importancia del símbolo radica en lo que representa. Los símbolos del secesionismo, los lazos y la estelada, reivindican a los supuestos presos políticos y a la república catalana. La democracia española no es, como tantas veces ha reiterado el Tribunal Constitucional, una democracia militante. A diferencia de lo que sucede en la Constitución alemana que prohíbe a los partidos antidemocráticos (art. 21), nuestra Constitución no prohíbe ni ideas, ni partidos. El secesionismo no está prohibido en España. La simbología secesionista, por lo tanto, no es ilegal. Tanto la ideología como

¿Mueren los liberales? Obituario de Sergio Alonso.

Cuando una persona excepcional fallece, te embargan dos sentimientos. Por un lado, el dolor profundo, inagotable, el de la pérdida. Y, por otro, el recuerdo de los momentos maravillosos que has compartido; esos que dejan una huella tan honda que no se olvidan; esas marcas en nuestra alma. Sergio Alonso es una de esas personas excepcionales. Me viene a la cabeza, porque nunca se ha ido ni se irá, cuando falleció mi suegro, la hondura del dolor y la profundidad del recuerdo. Sergio Alonso fue, hasta el último momento, un ejemplo de dignidad, de inteligencia y de lucha. Aún recuerdo la última vez que nos vimos. A pocos días del fatal desenlace, discutía con unos y con otros, sí, porfiaba, sobre los temas de la actualidad política y siempre, desde su profundo compromiso liberal. Los liberales nunca mueren. Y Sergio Alonso, tampoco. Forman parte de la eterna lucha por el Estado de Derecho, según la famosa expresión del jurista alemán, Von Ihering (1850-1930). Es la imperecedera lucha

Inconstitucionalidad del Real Decreto Ley 9/2018

N. Bobbio (1909-2004) definía el Estado de Derecho, en su “sentido profundo”, como el Estado en el que no sólo hay subordinación de los poderes de cualquier grado a las leyes generales del país, sino también subordinación de las leyes al límite material del reconocimiento de algunos derechos fundamentales considerados constitucionalmente, y, por tanto, inviolables. N. Bobbio. Di Senato della Repubblica Italiana El Estado de Derecho es “antipático” al poder; sólo entiende de límites, de restricciones. La libertad de los modernos, según la famosa caracterización de B. Constant (1767-1830). El poder, iluminado por la legitimidad del pueblo, y justificado por objetivos bendecidos por éste, no entiende, ni nunca entenderá, de tales límites. La violencia de género es uno de estos objetivos. Elevado al Olimpo de lo políticamente correcto, no admite restricciones; todos han de quedar rendidos ante la relevancia del objetivo. No se puede dudar de que eliminar la violencia de géne