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Las instituciones

La crisis económica está siempre asociada a la crisis política y, en particular, institucional. La presente no puede ser menos, ni está siendo distinta. Ahora bien, ¿cuál es el objetivo de poner en cuestión las instituciones y, además, en términos tan categóricos como los que podemos observar en varios artículos publicados estos días en la prensa? Me suscita desconcierto y preocupación. La solución de la crisis económica no necesita de más ruido y aún menos el ruido de la reforma institucional. Prudencia.

Suspenso a las instituciones | Política | EL PAÍS

De la angustia al desamparo

Incluso, en medios no precisamente próximos a los citados, también se participa de una tesis próxima que alude al deterioro institucional.

Deterioro institucional

Y, al mismo tiempo, otros, también desde las instituciones, haciendo la guerra por su cuenta. Los nacionalistas catalanes, atrincherados detrás de las instituciones, continúan con su política de romper los lazos con España. El argumento no puede ser más estrambótico e, incluso, escandalosamente falaces. Hasta el extremo de elevarse a la condición del país más dinámico de todo el sur de Europa. El mismo país que está en la ruina y necesita, incluso, de la solidaridad del resto de España, como sucede con el pago de las prestaciones de la Seguridad Social (más de 1.100 millones de euros al año). El déficit fiscal sirve para justificar cualquier disparate. Otra cosa es que el cálculo de ese déficit conduzca no responda a ninguna metodología acreditada. Es irrelevante, la mentira, cuanto más se repita, más probablemente se hará realidad. Ya sabemos quienes convirtieron en máxima de la política esta cínica afirmación.

Mas: "Es urgente desmarcarse de España"

¿Qué sucede con las instituciones en España?

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