Entramos en la semana decisiva. Ya quedan pocos días. Todo depende de los indecisos. De aquellos que, a estas alturas, no saben qué van a votar. En este “plebiscito” impostado e impostor, tendrán que elegir entre independencia o Estado de Derecho. Ya conocen las consecuencias. Lo han dicho todos, en todos los idiomas y de todos los mundos. Los últimos en sumarse han sido los banqueros. A pesar de todo, una mayoría de los catalanes, según una reciente encuesta, sigue creyendo que una Cataluña independiente no saldría de la Unión Europea (un 45 %). ¿Cómo la Unión va a expulsar a una nación tan rica, culta y poderosa como la nuestra? El mesianismo, cultivado por el nacionalismo durante tantos años, sirve de sostén al fanatismo, a la irracionalidad que prefiere creer a los “suyos”, frente a la autoridad de los que tienen el poder para decidir sobre las consecuencias que tendría la secesión unilateral. El que, además, estas opiniones sean sostenidas por personas de alto nivel adquisitivo y
Blog de Andrés Betancor. Diario de reflexiones, inquietudes y preocupaciones sobre el Derecho y el Estado