Es curiosa la relación entre Cataluña y España. Mientras unos catalanes detestan esta España otros se enorgullecen de liderarla. Y cuando no la lideran pasan a engrosar la lista de aquellos primeros. Ahora bien, el liderazgo no se puede mantener siempre y menos en las mismas manos. No se puede, como los niños, revolverse enfadados contra España porque le han quitado su juguete. ¿Cuánto durará el entusiasmo? ¿cuánto durará el liderazgo?
En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e...
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