El futuro soñado parece vislumbrarse poco a poco. La niebla de la confusión comienza a ceder. Y ya está aquí (Artur Mas prepara una 'Entesa per la Llibertat' para irse de España). Las piezas del ajedrez están colocándose para vislumbrar la siguiente fase del conflicto. Sin embargo, la respuesta continúa moviéndose en el terreno de la confusión. Los nacionalistas mantienen la iniciativa mientras que los constitucionalistas no son capaces ni de alcanzar un acuerdo de mínimos. Pobre Constitución, no tiene quien la defienda.
En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e...
Comentarios
Publicar un comentario