Ir al contenido principal

The End of the Financial World as We Know It - NYTimes.com

Me parece excelente el artículo que publican Lewis & Einhorn. La tesis que se puede extraer en la siguiente: i) la información sobre el fraude Madoff estaba disponible (denuncias, incluidas), además de fácilmente obtenibles sobre la base de la misma deducción del denunciante, pero ii) esta información ni fue considerada, ni analizada, ni provocó ninguna acción de la autoridad reguladora (SEC) por el conflicto de intereses, eventualmente, el denominado revolving door. En el artículo se expone que los tres últimos jefes de supervisión de la SEC han ocupado u ocupan puestos importantes en Wall Street. Si te portas bien, tendrás premio, si te portas mal, no. Este es el mensaje que captan los reguladores. El interés de obtener un buen trabajo una vez finaliza el de la SEC nubla la supervisión. Estos no quieren ver ni considerar aquello que se les pone delante de la nariz porque su interés particular se lo impide. Esta información se complementa con otra aparecida en la prensa económica (Financial Times) sobre la desconfianza que suscitaba Madoff entre los grandes bancos como Merrill Lynch y Goldman que no querían hacer negocios con él. Además, otro periódico, en este caso Wall Street Journal, informa que fue investigado en 8 ocasiones en 16 años. Desde el año 1992 estaba en el punto de mira del regulador pero por cuestiones menores que siempre finalizaban con ningún reparo de importancia.


Op-Ed Contributors - The End of the Financial World as We Know It - NYTimes.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Avaricia o codicia?

En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e

Puigdemont, inelegible

El Estado democrático de Derecho se asienta sobre un pilar esencial: el Derecho al que el Estado está sometido es el de los representantes del pueblo, expresado a través, fundamentalmente, de la Ley. ¿Qué requisitos deben reunir tales representantes? La Legislación los enumera como requisitos del sufragio activo y pasivo. La Constitución y, en su desarrollo, la legislación electoral, los especifica. La Ley orgánica de régimen electoral general (LOREG), detalla, en el artículo 3, quién no tiene derecho a votar (sufragio activo). A su vez, en el artículo 6, concreta quiénes no son elegibles (sufragio pasivo). En este artículo se enuncian, por un lado, los que no son elegibles por concurrir la razón de desempañar cargos en el Estado que devienen objetivamente incompatibles con la participación en la contienda electoral. Y, por otro, los que no pueden, por haber sido condenados por sentencia que imponga la pena privativa de libertad. En relación con ciertos delitos, incluso, no es ne

Yo estuve allí

Cientos de miles de personas nos manifestamos por las calles de Barcelona. La primera gran manifestación del constitucionalismo contra el secesionismo. Dimensiones históricas. Y simbolismo, igualmente, histórico. Se han soltado lágrimas de emoción; las de la felicidad. Toma cuerpo la otra Cataluña, la que resiste frente a la secesión, y, sobre todo, frente a su motor principal: el autoritarismo. Cataluña está dividida. El secesionismo la ha partido en dos. La otra mitad ha querido demonstrar su hartazgo; su rechazo. Su determinación a enfrentarse al golpismo. No se quedará cruzada de brazos. Una fiesta cívica. Una celebración de la españolidad y de la catalanidad. Se ha roto el tabú y el silencio. Asistimos a la reivindicación de la españolidad incluyente (“somos catalanes, somos españoles”) y democrática (“somos españoles, no fachas”, se gritaba). Es la que se enfrenta al secesionismo. No es una cuestión de historia, de patria, de ideología, … es una cuestión de libertad. Hay u