Leo con preocupación que el presidente de la CNC ha propuesto, además, ante la Comisión correspondiente del Congreso, la unificación de todos los reguladores en una única superagencia. Una propuesta que, según parece, ha encontrado el respaldo de algún parlamentario. Que esta propuesta sea lanzada e, incluso, encuentra respaldo, sin mayor argumentación, explicación y sostén vendría a demostrar que se le supone unos beneficios derivados del prejuicio de que cuanto más unificado-concentrado el poder más eficaz será. Este prejuicio es radicalmente falzo. No por unificar el poder conseguimos que sea más eficaz. Al contrario, puede ser enormemente ineficaz. El juicio favorable se basa en una visión muy, muy estrecha de los beneficios. Ciertamente, la uificación podría suponer ciertos ahorros al reducir redundancias pero sólo en los servicios de apoyo, porque en los servicios asociados a cada mercado o sector debería mantenerse la especialización e, incluso, incrementarse. Sería una concentración nominal con muy poco beneficio por los ahorros en los servicios de apoyo o generales. La experiencia inglesa, por ejemplo, del super-regulador financiero no incrementó su eficacia como lo demuestran los escándalos en bancas y seguros. En algunos casos, la inspección de los bancos no permitió al super-regulado conocer los problemas reales de la entidad. En cambio, creo en la división de las funciones en un número razonable de agencias que, además, tengan "problemas" de delimitación. Estos problemas fronterizos son inevitables e, incluso, buenos. Las fricciones permiten que afloren las tensiones y la publicidad es un magnífico método para curar las impurezas. Las fricciones permiten que las tensiones se hagan públicas y la publicidad es un poderoso sistema contra la captura. Este es el gran problema de los reguladores: la captura y, en particular, la de naturaleza política. La pregunta es la siguiente: esta super-agencia reguladora estaría convenientemente protegida frente a esta captura. La respuesta es incuestionable: no y absolutamente no. Al contrario. La tentación política de intervenir a través de esta super-agencia se reduplica por su reduplicado poder. En tal caso, prefiero las agencias especializadas. La alternativa realista de mejora podría ser la agencia especializada europea. Europa es el único antídoto conocido para luchar contra la captura política. Cuanto más se distancie de los intereses políticos, más independiente será. Esta es la alternativa realista y razonable.
Competencia pide unificar los órganos reguladores · ELPAÍS.com
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