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Enseñanzas escocesas

Hace unos días publicaba el diario El Mundo una entrevista con el profesor Dauvit Broun, 52 años, especialista en historia medieval y miembro del Partido Nacional Escocés (SNP) ('Llegaremos a la independencia de Escocia por evolución natural') me ha resultado de interés. No tanto por la sustancia de lo que dice (bien poco) sino por la inevitable comparación con el proceso que estamos viviendo en España. Por un lado, afirma que España, con todas las cautelas represivas que introduce el citado profesor, ha sido más inclusiva con las singularidades territoriales que lo ha sido Inglaterra y, por otro, que la figura de la Reina es "tremendamente popular entre los escoceses". Es paradójico. España ha sido más inclusiva y ha multiplicado el problema territorial y, al mismo tiempo, la figura de integración de la Corona se ha ido diluyendo con el paso del tiempo hasta situarse en el momento presente en un situación bastante complicada tanto que su aportación integradora ha desaparecido en la práctica. La reflexión que suscita es, si cabe, amarga. Tal vez la ingenuidad de los demócratas ha conducido a una situación en donde la democracia y su solución integradora ha terminado convirtiéndose en el caballo de Troya del nacionalismo. No puedo entender que en el Reino Unido, donde Inglaterra es la responsable de todos los males que Broun le atribuye, pueda llegar a una solución "democrática" como la del referendum y, en cambio, en España que hemos caminado siempre por una solución más democrática e integradora, al menos en los últimos treinta años, nos encontremos en la encrucijada del momento presente. Es una terrible paradoja. Como si la única respuesta a la deslealtad consustancial de los nacionalistas sólo pudiese ser la aplicada en Inglaterra y justo la contraria de la aplicada en España. Me parece una conclusión amarga porque es como reconocer el fracaso de la democracia española. Es insoportable que, al final, tengamos que llegar a esta conclusión. Los constitucionalistas han actuado con una lealtad para con la democracia que los nacionalistas no les ha correspondido porque ellos, como expresa Broun, creen que la independencia caerá como la fruta madura. Los nacionalistas catalanes han estado alimentado el frutal para que la fruta se madure antes o después pero se madure con salud y fortaleza. Así lo han hecho y así lo podemos observar. La conclusión es bastante amarga para los demócratas. Sin lealtad para con el sistema democrático, no hay solución posible. Y cualquier solución que se arbitre siempre será insuficiente porque los nacionalistas quieren coger la fruta del árbol que han estado cultivando.

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