Arcadi Espada publica en el periódico El mundo del día de hoy (12 de junio) un interesante artículo a propósito del cumpleaños de Jordi Puyol (ha cumplido recientemente los 80 años). Este ocasión le permite repasar algunos artículos publicados por Puyol que por distintas circunstancias (perfectamente comprensibles a la vista de su contenido) han desaparecido de posteriores recopilaciones. Uno de los artículos auto-censurados es el que lleva por título "Ejercito de ocupación" publicado en el año 1965. En el blog de Espada se puede encontrar un enlace al artículo. Las palabras que transcribe son las siguientes:
«Es muy conveniente que las cosas se digan por su nombre. Que los conceptos sean claros. Que se vean las cosas tal como son, y no como el hábito y el camuflaje o el cansancio las hacen ver. Concretamente, es del todo necesario que 150 o 200 mil hombres que viven en Cataluña sean considerados como lo que son en realidad: como ejército de ocupación». [Y añade más adelante] «Los hombres del ejército de ocupación se pueden presentar honorablemente como maestros, como obispos, como médicos, como escritores, como funcionarios, como porteros o bedeles, como directores de banco o como ingenieros, como Redentoristas o Misioneros del Sagrado Corazón o monjas de un montón de órdenes y ocultar su condición de ocupantes, su mentalidad colonial. Pero, nosotros, nos tenemos que meter entre ceja y ceja que además de todo esto, son ocupantes, son coloniales. [...] Se ha de crear un nuevo tipo, el del ocupante»
«Es muy conveniente que las cosas se digan por su nombre. Que los conceptos sean claros. Que se vean las cosas tal como son, y no como el hábito y el camuflaje o el cansancio las hacen ver. Concretamente, es del todo necesario que 150 o 200 mil hombres que viven en Cataluña sean considerados como lo que son en realidad: como ejército de ocupación». [Y añade más adelante] «Los hombres del ejército de ocupación se pueden presentar honorablemente como maestros, como obispos, como médicos, como escritores, como funcionarios, como porteros o bedeles, como directores de banco o como ingenieros, como Redentoristas o Misioneros del Sagrado Corazón o monjas de un montón de órdenes y ocultar su condición de ocupantes, su mentalidad colonial. Pero, nosotros, nos tenemos que meter entre ceja y ceja que además de todo esto, son ocupantes, son coloniales. [...] Se ha de crear un nuevo tipo, el del ocupante»
La brutalidad, por la claridad de las palabras, es extraordinaria. Más extraordinaria cuando el nacionalismo catalán actual no suele expresarse con esta contundencia, salvo las manifestaciones que en algún momento hace el más radical. Se echa en falta esta claridad. Es importante, por la seguridad, saber dónde se sitúa cada uno. Ahora entiendo dónde estoy situado.
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