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Grigori Perelman asegura haber probado matemáticamente la existencia de Dios

En estos tiempos de crisis y de zozobra, incluida la espiritual, sería un magnífico antídoto que pudiera demostrarse, incluso para los escépticos, la existencia de Dios. Ahora bien, nos queda la duda de si tal prueba pudiera referirse a las cualidades (bondades) de la divinidad. Si ha sido, hasta ahora, imposible demostrar científicamente la existencia de Dios, más complicado se me hace pensar que se pueda probar, por la misma vía, que ese Dios sea el Dios bondadoso que la mayoría de las religiones nos transmite y que esa bondad le permita intervenir en la vida de los seres humanos para impedir los cataclismos que algunos nos advierten de su inminencia, como el del cambio climático. Algunos, los más esperanzados, consideran que la bondad de Dios es indemostrable por lo que aquí radica la fe. La fe en que Dios es el ser bondadoso que necesitamos-creemos que sea así. Porque Dios y bondad son términos necesariamente unidos. No es posible que Dios no sea bueno. Sería una contradicción lógica. Si Dios existe, Dios ha de ser bondadoso, en caso contrario, no existiría, no podría existir. La lógica y la fe se une al compás de una supuesta prueba matemática de la existencia de Dios. Es una oportunidad para reflexionar sobre Dios y la ciencia pero también sobre la fe y, en particular, la esperanza en un momento de zozobra.

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