La lectura de algunos artículos del economista norteamericano Dani Rodrik sobre la globalización me han resultado de mucho interés. Me parece excelente que se subraye la importancia de las instituciones de non-market, o sea, las jurídicas tanto en general respecto del mercado como, en particular, respecto de la globalización. En uno de los artículos que he leido ("Feasible Globalizations", de julio de 2002) parte de un argumento central: "markets need to be embedded in a range of non-market institutions in order to work well. These institutions perform several functions critical to markets' performance: they create, regulate, stabilize, and legitimate markets". Por esta razón, la globalización tiene límites e, incluso, debe tener límites (añado yo). Porque estas instituciones del non-market no se han globalizado. No hay unas instituciones del non-market globales. Incluso, podríamos reflexionar si es conveniente dicha globalización. Es conveniente en ciertos ámbitos y a ciertos efectos, pero no es concebible una globalización del Estado y del Derecho. Pueden existir instituciones públicas globales tanto como Derecho globales, pero no un Estado y un Derecho global. En estos ámbitos, a diferencia del mercado, la globalización no puede ser completa. Puede haber un único mercado global pero no puede haber ni un Estado ni un Derecho global.
En otro artículo (How to Save Globalization from its Cheerleadears, de septimbre de 2007), Dani Rodrik insiste en la tesis de la limitación de la globalización. Insiste en la incompatibilidad entre "deep integration, national sovereignty, and democracy". Esta incompatibilidad es la que le permite afirmar la conveniencia de adaptar la globalización a las exigencias nacionales, no a la inversa, añado yo. Se trataría de hacer una globalización nacionalizada, no una nacionalización globalizada. El centro de atención es distinto. Son las exigencias y peculiaridades nacionales las que se colocan en el centro del escenario. La pregunta clave es ¿qué es lo que la globalización puede aportar a la realidad nacional? Si el centro de atención se coloca en lo global y se desprecia lo nacional, la paradoja que nos muestra Rodrik es que no hay progreso económico, como ha ilustrado con los casos de China, India y Vietnam, a diferencia de algunos países latinoamericanos.
Una conclusión relevante para mi (aunque secundaria en la reflexión de Rodrik) es la que destaca que "the paradox of markets is that they thrive not under laissez-faire but under the watchful eye of the state". Esta es la clave. La importancia de las instituciones públicas y, en particular, el Derecho. Ahora bien, la configuración de estas instituciones precisamente porque son importantes para el mercado tendrán unos u otros efectos sobre el mismo. De ahí la importancia que he subrayado a lo largo de mis últimas publicaciones de la mejora de la calidad de la regulación (better regulation). Son tan importantes que debemos ser exigentes sobre su necesidad y su diseño y eficacia institucionales.
En otro artículo (How to Save Globalization from its Cheerleadears, de septimbre de 2007), Dani Rodrik insiste en la tesis de la limitación de la globalización. Insiste en la incompatibilidad entre "deep integration, national sovereignty, and democracy". Esta incompatibilidad es la que le permite afirmar la conveniencia de adaptar la globalización a las exigencias nacionales, no a la inversa, añado yo. Se trataría de hacer una globalización nacionalizada, no una nacionalización globalizada. El centro de atención es distinto. Son las exigencias y peculiaridades nacionales las que se colocan en el centro del escenario. La pregunta clave es ¿qué es lo que la globalización puede aportar a la realidad nacional? Si el centro de atención se coloca en lo global y se desprecia lo nacional, la paradoja que nos muestra Rodrik es que no hay progreso económico, como ha ilustrado con los casos de China, India y Vietnam, a diferencia de algunos países latinoamericanos.
Una conclusión relevante para mi (aunque secundaria en la reflexión de Rodrik) es la que destaca que "the paradox of markets is that they thrive not under laissez-faire but under the watchful eye of the state". Esta es la clave. La importancia de las instituciones públicas y, en particular, el Derecho. Ahora bien, la configuración de estas instituciones precisamente porque son importantes para el mercado tendrán unos u otros efectos sobre el mismo. De ahí la importancia que he subrayado a lo largo de mis últimas publicaciones de la mejora de la calidad de la regulación (better regulation). Son tan importantes que debemos ser exigentes sobre su necesidad y su diseño y eficacia institucionales.
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