El mundo jurídico norteamericano es fuente de sorpresas. El contraste con el nuestro es extraordinario. Ahora, a cuenta de las retribuciones de los abogados (As a Percentage, Attorneys’ Fees in Toyota Case Could Break Records - Law Blog - WSJ). Estas retribuciones pueden llegar, en el caso de responsabilidad por daños, hasta un 16 % del importe total de la indemnización, excluidos otros gastos. En la noticia se relacionan distintos supuestos y nos ilustra que en un asunto que ha afectado a Toyota que se resolvió con un acuerdo cuyo importe de la indemnización alcanzó la cifra de 1,1 o 1,3 miles de millones de dólares (las cifras varían porque no hay certeza de cuál es el monto definitivo) el porcentaje de los fees que los abogados esperan cobrar, si el Juez Federal así lo autoriza, es de 200 millones de dólares lo que representa, en función del importe indicado, un porcentaje que oscila entre 18 % o 15,8 %, lo que convertiría este pago, al menos en el primer supuesto, como el más elevado. En The Wall Street Journal se afirma que, en el primer caso, "that percentage would top all others in class-action settlements of more than $1 billion, and it would tie for third among fee percentages in class-action settlements of at least $300 million". Unas cifras espectaculares que, en todo caso, el Juez deberá aprobar.
En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e...
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