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Tontos en tierras de ángeles

El filosofo John L. Austin comenzaba su trabajo "Otras mentes" (incluido en su libro titulado Ensayos filosóficos, Alianza Universidad, Madrid, 1989, p. 87) con unas palabras que reflejan a la perfección la angustia de los académicos:

"Me siento de acuerdo con la mayoría, y especialmente con las partes más importantes, de lo que el señor Wisdom ha escrito, tanto en su presente ensayo como en su provechosa serie de artículos sobre "Otras mentes" y otras cuestiones. Me siento lamentablemente seguro, asimismo, de que se debe ser al menos una especie de tonto para meterse en un encumbrado terreno tan bien pateado por los ángeles. Como máximo sólo puedo esperar hacer una contribución a una parte del problema, en donde parece que un poco más de laboriosidad pudiera aún ser útil. Sólo podría desear que fuese una parte central. De hecho, sin embargo, me encontré incapaz de acercarme al centro mientras no podría aún avanzar en la periferia. Y el propio señor Wisdom quizá pueda sentir simpatía hacia una política de dividir cabellos para prevenir el horripilarlos."
Este transitar por terrenos pateados por los ángeles es la angustia de mancillar aquello importante y provechoso que otros han podido decir con anterioridad. La necesidad de buscarlo todo, razonarlo todo, encontrarlo todo, ... encontrar todos los ángeles para delimitar qué es lo que los humanos podemos transitar.

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