La retribución de los directivos de las empresas está en el centro de la polémica. La cuestión central versa sobre el conflicto de intereses: ¿cuál es la preocupación más importante de un directivo maximizar sus compensaciones o gestionar bien su empresa a largo plazo? Cuando las stock options son tan cuantiosas la prioridad del directivo puede cambiar. Esto es lo que ha sucedido en algunos casos en Estados Unidos y ahora se plantea regular en Alemania. La duda que surge con esta regulación es por qué regular algo que los accionistas de no han querido regular. ¿Por qué solventar un problema vía regulación cuando no es un problema para aquellos que deberían ser los principal e, incluso, únicos perjudicados? Si los accionistas no lo consideran como un problema, ¿debería serlo para el Estado? FT.com / Home UK / UK - Berlin set to curb executive payments
En el momento presente con la corrupción como uno de los grandes protagonistas, uno de los temas de debate es el relativo a su fuente, su origen, al menos, psicológico. Dos palabras aparecen como recurrentes: avaricia y codicia. Son palabras muy próximas en su significado pero distintas. Según el Diccionario de la Lengua española, avaricia es el "afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas". En cambio, codicia es el "afán excesivo de riquezas." En ambos casos, se tratan de afanes, deseos, impulsos que tienen por objeto las riquezas. Las diferencias se sitúan, en primer lugar, en el cómo se hacen realidad tales impulsos. En el caso de la avaricia, es un deseo "desordenado". En cambio, de la codicia nada se dice, sólo que es "excesivo". Sin embargo, también el exceso está presente en la avaricia. Es más, se podría decir que el afán desordenado es, en sí mismo, un exceso. Así como también lo es el deseo de atesorarlas. En e...
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