Cuando en el mundo del fútbol profesional se habla, con enorme frivolidad, sobre la esclavitud aplicada a los futbolistas multimillonarios, hoy podemos asistir a dramas como el de las imágenes publicadas en el periódico La Provincia - Diario de Las Palmas. Un cayuco con cuatro muertos y once personas más en grave estado que llegan a las costas de Canarias (Isla de La Gomera). Viendo estas imágenes, nos viene a la cabeza los barcos negreros que recorrían el Atlántico durante el siglo XVIII. Hoy los nuevos negreros son la miseria y el hambre que empujan a los africanos a huir soportando unos peligros inhumanos. Esta situación es terrible. En Canarias la proximidad hace que la sensibilidad sea muy grande. Pero el drama es universal. No es un drama español, ni europeo. Es un drama que sufren los que no tienen nada y que los que tenemos todo o casi todo observamos a través del objetivo de una cámara fotográfica. ¿Cuánto tiempo más se deberá esperar hasta que acabe esta nueva esclavitud?
Cuando en el mundo del fútbol profesional se habla, con enorme frivolidad, sobre la esclavitud aplicada a los futbolistas multimillonarios, hoy podemos asistir a dramas como el de las imágenes publicadas en el periódico La Provincia - Diario de Las Palmas. Un cayuco con cuatro muertos y once personas más en grave estado que llegan a las costas de Canarias (Isla de La Gomera). Viendo estas imágenes, nos viene a la cabeza los barcos negreros que recorrían el Atlántico durante el siglo XVIII. Hoy los nuevos negreros son la miseria y el hambre que empujan a los africanos a huir soportando unos peligros inhumanos. Esta situación es terrible. En Canarias la proximidad hace que la sensibilidad sea muy grande. Pero el drama es universal. No es un drama español, ni europeo. Es un drama que sufren los que no tienen nada y que los que tenemos todo o casi todo observamos a través del objetivo de una cámara fotográfica. ¿Cuánto tiempo más se deberá esperar hasta que acabe esta nueva esclavitud?
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