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Brutal: el sectarismo al ataque

El sectarismo siempre impresiona. Cuando la ideología es el criterio para premiar o castigar a alguien nos suscita perplejidad. Es difícil encontrar personas que exterioricen su sectarismo. Hoy encontramos un ejemplo: 'No hay intelectuales de derechas, o eres intelectual o eres de derechas' El individuo quien así se pronuncia no merece mayor comentario que transcribir su "reflexión"
"Yo creo que no hay intelectuales de derechas. O son intelectuales o son de derechas. Otra cosa es que haya gente con habilidad mental, capacidad intelectual y estudios que defienda el poder, que sea reaccionario, que esté en contra de la emancipación del género humano, es decir, que sea de derechas. Pero entonces no es un intelectual porque creo que un intelectual se define por cuestionar el poder, por criticar. Realmente es que no conozco actores de derechas..."
Así dicho, piensas, inicialmente, si se trata de una broma. La frase no tiene ninguna lógica y absurda. No sólo desde el punto de vista democrático es repulsiva, sino que no resiste la aplicación de la lógica más elemental. Además, es una muestra de una profunda ignorancia. No se ha enterado de que hay intelectual tan profundamente conservadores que son contrarios al Estado hasta el extremo del anarquismo. En todo caso, no vale la pena discutir esta barbaridad que niega la condición de intelectual en función de un criterio ideológico. Me viene a la cabeza, en este momento, qué pensará esta persona de Vargas Llosa. Me lo imagino. También sus palabras iluminan cuáles son las consecuencias que esta manera de pensar aplicaría a todos aquellos que no encajan en su modelo ideológico de intelectual. En España, en el año 2012, después de más de 24 años de gobierno socialista, en los 34 años de democracia (desde la Constitución), todavía hay individuos que consideran a la derecha, desde todos los puntos de vistas (ideológicos y políticos), como los responsables de todos los males. La ideología ciega, además de dar importantes réditos por su asociación con el poder: 24 años de poder.

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