Me acabo de enterar que la subvención al transporte del que disfrutan los canarios por la evidente razón de su lejanía no entiende de nivel de renta ni tampoco de clase de billete adquirido. Según parece (Fomento baraja suprimir las ayudas a la primera clase - La Provincia - Diario de Las Palmas) se pretende ajustar la subvención al tipo de billete para reducir (que no eliminar) el que percibe el canario que vuela en primera clase o en business. Sin embargo, queda irrestricta y generalizada la obtención del beneficio con independencia del nivel de renta. Es un ejemplo, a mi juicio, de los excesos que nos han conducido a la presente situación de crisis. Es insostenible que los recursos públicos, además, escasos, se administren sin priorizar su destino a aquellos que realmente lo necesitan, mientras que los demás, deberán soportar en su totalidad el coste de los servicios correspondientes. El sistema tributario español es lo suficientemente eficaz para conocer de primera mano quién tiene el nivel de renta que hace imprescindible, por razones de garantía de la igualdad (solidaridad), la obtención de los beneficios de los recursos públicos. Los demás, que se los paguen o que nos lo paguemos.
Y algunos lo defiende (El Gobierno canario defiende el descuento en primera clase). Algunos entienden que la igualdad es nominal y lineal. Todos ricos y pobres son iguales y todos, ricos y pobres, tienen "derecho" a disfrutar de los beneficios del Estado. Es la muestra más elocuente de cómo, algunos, los privilegiados, entienden el papel del Estado y, en particular, las ayudas públicas. Es como una gran vaca que todo el mundo puede ordeñar. ¿Cómo nos puede extrañar que el Estado del bienestar ha entrado en crisis?
Y algunos lo defiende (El Gobierno canario defiende el descuento en primera clase). Algunos entienden que la igualdad es nominal y lineal. Todos ricos y pobres son iguales y todos, ricos y pobres, tienen "derecho" a disfrutar de los beneficios del Estado. Es la muestra más elocuente de cómo, algunos, los privilegiados, entienden el papel del Estado y, en particular, las ayudas públicas. Es como una gran vaca que todo el mundo puede ordeñar. ¿Cómo nos puede extrañar que el Estado del bienestar ha entrado en crisis?
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