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Reforma de los reguladores

Continúa adelante la reforma de los reguladores. Es una materia tan polémica, en la que están en juego tantos intereses y tanto poder, que es lógico que no concite unanimidades. Es inevitable. Incluso, sospechas de captura (Vozpópuli - El nuevo 'superregulador' copia la cúpula que PwC aconsejó a Telefónica). Nos queda la esperanza de que una vez aprobado el proyecto de Ley por el Gobierno, el trámite parlamentario siga mejorando esta propuesta tan novedosa y arriesgada.
El poder, siempre el poder (Indignación en el PP por el aumento del poder socialista en los órganos reguladores). Y los intereses en controlar el poder. El riesgo que soportan los reguladores españoles es el de la doble captura: política y económica. No es novedoso. En todos los países con reguladores independientes sufren este riesgo. La única diferencia radica en que en España tienen una potencia de intervención mayor, tanto cualitativa como cuantitativa, lo que hace que su control sea aún más apetitoso. Si los reguladores hicieran menos y en menos ámbitos, probablemente, el interés por su control sería menor. La independencia del regulador lo convierte, paradójicamente, en una fruta muy apetecida por el poder, cualquier poder.

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